Yo al igual que muchos jóvenes tuvimos la sorpresa de sobrellevar la universidad en plena pandemia global. Se nos enseñaba cómo acoplarse de manera virtual, ya sea clases, tareas, exámenes y actividades. Luego en modalidad híbrida y finalmente después de dos años de acostumbrarnos a la vida en línea regresamos a clases presenciales. En este blog te mostraré mis tres grandes pilares que me siguen acompañando para sobrevivir la escuela siendo Universitaria de Pandemia.
Terapia
La pandemia nos permitió conocer lados de nosotros mismos que jamás habíamos conocido. El simple hecho de estar solos, escuchar nuestros propios pensamientos, aprender a pasar el tiempo sin salir de nuestras casas, entre muchos otros factores, hicieron evidente la necesidad de buscar ayuda. Soy estudiante de psicología y la terapia siempre ha sido algo de lo que estoy completamente a favor y considero sumamente necesaria, entonces al momento de estar en una situación de crisis, acudí a un profesional lo más rápido que pude.
A pesar de estar acostumbrada a una modalidad presencial, sentí que era lo que más necesitaba para seguir adelante. Fue una realización que me despertó de la realidad. Aprendí tantas cosas que en mucho tiempo no me había dado la oportunidad. Solemos reprimir nuestros sentimientos con otros distractores cuando en realidad lo que más necesitas es sentirte bien para poder funcionar bien en todo lo que te propongas. Nunca es tarde para pedir ayuda.
Agenda
A lo que nos lleva a mi segundo pilar. La agenda. Ser universitario nunca ha sido fácil, pero ahora imaginate ser universitario y no poder vivirlo como siempre lo pensaste. Estoy segura que la pandemia hizo que cambiaran muchos de tus planes, quizá para bien, quizá para mal. Es importante entender que fue un suceso fuera de nuestro control, sin embargo, tenemos la habilidad de acoplarnos a los cambios si realizamos las acciones necesarias. Cuando digo agenda no solo me refiero a un cuaderno físico. Me refiero a organizarte. Tus tiempos, actividades, horarios de descanso, horarios de todo.
Algo que la pandemia afectó y sigue afectando es poder mantener nuestra rutina, olvidarnos de hacer tareas, de darnos el tiempo de estudiar. Todo se volvió tan fácil y tan difícil a la vez. Mentiría si digo que nunca hice tareas sin esforzarme por lo menos alguna vez, porque la motivación disminuye cuando las cosas no son como las esperas, porque sientes que te rindes o que preferirías hacer algo diferente con tu tiempo. Al momento de tener un ritmo, puedes aprovechar muchísimo más tu tiempo, te enfocas en lo necesario y no dejas todo para el final.
Red de apoyo
En momentos de crisis las primeras preguntas que te hacen son ¿Cuentas con una red de apoyo?
la pandemia hizo que disminuyera la socialización por ende los circulos sociales y el contacto familiar se vio afectada. Soy fiel creyente que no siempre se puede solo. Es sumamente importante rodearte de personas que te van a brindar seguridad, paz y amor. En tiempos difíciles es cuando más apreciamos a los que nos rodean y nos damos cuenta de lo fundamentales que son para nuestra salud mental. Estar cerca de personas que brindan cosas positivas a tu vida te puede salvar de muchas cosas.
Victoria Nuñez
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